Experiencia de una bloguera para relajarse y meditar en las playas del Tayrona.
Colombia es un país increíble. En poco más de una hora y media en avión, sea el mes que sea, dejas el frío y la lluvia de Bogotá y te encuentras en Santa Marta, en una playa de película, llena de cocoteros, con el mar azul, tumbada en una hamaca y oyendo eso de "ceviche, camarones, ostras, masajes, 'raspaos', cocadas, fotos, sombreros, caretas, paseos al Tayrona...". ¡Justo lo que quiero!
Llegar cuanto antes a este parque natural donde me está esperando un retiro de yoga y meditación con el que sueño desde hace años. Pero antes me como un delicioso róbalo frito con arroz de coco, patacones y suero costeño; no hacerlo, estando donde estoy, sería un pecado.
Llegamos por carretera hasta Neguanje y en lancha, a playa Gairaca, al atardecer. Me falta tiempo para darme mi primer baño. El mar me acuna y me brinda toda su energía. Qué lejos se han quedado el ruido, el tráfico y el bullicio que vivo día a día en la ciudad. Hacemos nuestra primera medit ación y las asanas de yoga; el viento del este, que llaman la 'loca', sopla con fuerza.
Es fácil; todo te ayuda y te acompaña a conectarte con tu centro, con la esencia de tu ser. A ser parte de este entorno sagrado para las comunidades indígenas que habitan la zona.
Hoy decidimos hacer una excursión por el sendero que cruza la montaña a la playa del Amor. Qué sugerente nombre y qué bonito lugar. Sigo mis días en paz, escuchando mi corazón y las enseñanzas budistas de Anita Velasco, nuestra profesora, que nos recuerda que todo es una oportunidad y que lo más amoroso que podemos hacer para ayudar a los demás es estar felices.
Qué regalo del universo estos cuatro días en los que consigo descansar, relajarme, meditar y practicar yoga.
Regreso a Bogotá con la sensación de haber limpiado mi cuerpo y mi mente y recargado mi energía vital para hacer frente al resto del año. Pero lo más importante: vuelvo con nuevos amigos. En la playa del Amor los turistas tratan de encontrar una piedra en forma de corazón.
Toya Viudes Yoga Tayrona es un proyecto itinerante que ofrece la oportunidad de aprender y practicar yoga y meditación.
Para meditar en el Tayrona
Yoga Tayrona, organizador de estos retiros, es un proyecto itinerante, liderado por Lulú Córdoba, que ofrece durante el año a personas de todas las edades la oportunidad de aprender y practicar yoga y meditación en entornos naturales de gran belleza e inspiración, como la Sierra Nevada de Santa Marta y sus alrededores.
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