El primero de 10 destinos que hacen parte de la nueva red de Pueblos Patrimonio de Colombia.
Al caminar por Lorica (Córdoba) se confirma que su gran atractivo es la arquitectura. Además de la huella árabe, se debe anotar que la mayoría de sus construcciones fueron creadas como respuesta a algún desastre natural.Desde su fundación, en 1740, los incendios y las inundaciones la han afectado. Sin embargo, estos hechos se convirtieron en factores que aceleraron el progreso e impulsaron la creación del Malecón, del puente 20 de Julio y de casas más resistentes.
En Lorica no solo las construcciones públicas llaman la atención; las casas particulares son otra atracción. Se puede visitar, por ejemplo, la casa Afife Matuk, que atrae no solo por su fachada sino por su diseño interior. Las columnas y los pisos, e incluso los baños, son representativos de la influencia sirio-libanesa.
Cuando el hambre ataca se puede visitar el mercado público El Ranchón, hoy Patrimonio Cultural. Fue construido a finales de la década de 1920 y solía ser el más concurrido de la región. A él llegaban grandes embarcaciones con comerciantes bulliciosos que descargaban sus costales de productos en las gradas y columnas que baña el río Sinú. Aún es un lugar de olores y colores únicos; allí puede sentarse a comer, tomar café, comprar artesanías y oír historias del pueblo desde las tres de la mañana, cuando abre el mercado.
Cuentan los artesanos Marcial Alegría y Rita Berta Calle que ser comerciante es una tradición familiar en Lorica, así que los vendedores son personas que han estado acostumbradas al mercado desde niños.
Los restaurantes típicos están en los puestos de comida dentro del mercado. Allí se pueden probar platos clásicos de Lorica, como sancocho de bocachico, gallina guisada, pescado frito, arroz de fríjol, mote de queso, higadote y sopa de arroz atollado.
Además, delicias como el conejo y el armadillo. Eso sí, los sabores locales tienen una fuerte influencia árabe, así que podrá encontrar quibbe, tabbule, tahine , berenjena rellena, envueltos de parra, fatush (una ensalada), aceitunas y sfijas .
Vale la pena pasear en uno de los siete ferris o planchones, como les llaman los habitantes de Lorica. Impulsado por la corriente del río Sinú, en su recorrido podrá ver bellezas naturales como los manglares y humedales y encontrará gran biodiversidad en plantas y animales. La casa Afife Matuk, con su particular arquitectura, es una atracción turística. Marcial Alegría y Rita Berta Calle fabrican artesanías en el pueblo. Esta es la tina de la casa Afife Matuk, que se encuentra a orillas del río Sinú.
Valla a Lorica !
Lorica está a 549 kilómetros de Bogotá, saliendo por la vía a Siberia, por la calle 80. Hay once peajes: Siberia, 7.400 pesos; Caciquero, 6.900; Bicentenario, 6.800; Puerto Triunfo, 8.400; Cocorná, 8.400; Guarne, 8.400; Pandequeso, 6.400; Los Llanos, 6.500; Tarazá, 6.500; La Apartada, 6.300, y El Purgatorio, 6.300 pesos. A Lorica solo hay un recorrido directo en bus de Expreso Brasilia, que tarda 23 horas y cuesta 150.000 pesos. A Montería vuela Avianca. El pasaje de ida y regreso cuesta entre 500.000 y 550.000 pesos.
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