jueves, 31 de mayo de 2012

Una semana de recorrido en el crucero más grande que viaja por Europa




El Norwegian Epic nos llevó de Barcelona a Italia y Francia. Historia y diversión en un solo viaje.

Abordamos en Barcelona, con otros 4.800 pasajeros de todo el mundo, el Epic, una mole de 160.000 toneladas de pesos, 330 metros de largo y 19 niveles o cubiertas, que hace apenas dos años puso en los mares del mundo la línea de cruceros Norwegian. 

A la hora de partir, muchos de los viajeros se habían apoderado ya de las piscinas y bares de la cubierta 15, donde la música caribeña creaba una ambiente de fiesta. Cuando el barco empezó a moverse, no faltó la escena de los brazos agitados deseando buen viento y buena mar.
Después de embarcarnos en Barcelona (España), la noche llegó con frío, como presagio de un día de navegación marcado por la lluvia. El Epic debía trazar una línea casi recta hasta el puerto de Nápoles, en el sur de Italia. Y lo hizo tranquilamente.
En verdad, así fue todo el viaje. Un sofisticado sistema de estabilización reduce toda agitación dentro de la nave a cierto movimiento lateral que se percibe de vez en cuando. No hubo en esa primera jornada ambiente para la piscina, pero el Epic no es solo eso. Esa mole gigantesca ofrece numerosas posibilidades para entretenerse. Los niños tienen un club para jugar; para los más grandes hay un espacio de videojuegos, y los adolescentes gozan de su propio sitio, vedado a los adultos.
Hay un gimnasio en el que se trota frente a enormes cristales que ponen el Mediterráneo a los pies, o se reciben clases de yoga. Y al lado, un spa que ofrece diversos masajes.
En la noche descubrimos un espectáculo estilo Broadway. En el enorme Epic Theater vimos al exitoso Blue Man Group, con su show de percusión, malabares y humor que deja empapados a los de la primera fija y al resto, en una maraña de papel.
En tierra  El día es ideal para organizar excursiones en tierra. La primera nos llevó desde el puerto napolitano hasta la isla de Capri, inmortalizada en novelas y canciones, llena de casas empotradas en las rocas, con calles empinadas y empedradas, con tiendas de lujo y visitantes célebres.
Allí, y en Sorrento, descubrimos que el limón es el rey: limonada, jabones y perfumes, y el limoncello , licor típico de la región sorrentina.
Clave en la primera parada fue la visita a Pompeya, la ciudad romana destruida hace casi dos milenios por el Vesubio, donde aprendimos tanto del ingenio romano para trazar calles y hacer acueductos como de sus creencias y prácticas sexuales.
En la noche, disfrutamos durante la cena de Cirque Dreams , dos horas y media de malabarismo, contorsiones e ilusionismo del nivel del Cirque du Soleil.
En la mañana siguiente, el Epic atracó en Civitavecchia, para visitar Roma, a 80 kilómetros de distancia. La guía nos dio un paseo por la Ciudad Eterna hasta llegar a lo que queda en pie del famoso Coliseo, que tiene cerca de 2.000 años y es Patrimonio de la Humanidad. Pero lo central de la visita fue el Vaticano.

Un recorrido por París, la ciudad de la luz




En la capital francesa siempre hay actividades que lo esperan. Esta época es ideal para caminarla.


No importa si es la primera vez o si está regresando. París siempre tiene propuestas para todos y no permite que desperdicie ni un minuto de su tiempo.
Descubrirla es un placer que produce afán por verlo todo, fascinación a cada paso, deleite con sus sabores, provocación por su moda, descreste por su arte, cultura y arquitectura, e intriga por los secretos que guardan sus mujeres bellas, esbeltas y ligeras.
Redescubrirla es un gozo... No importa si tiene un solo día o si es afortunado y cuenta con varios. Y, ya allí, dese un lujito gastronómico, material o contemplativo; se lo merece.
Caminar y caminar es el mejor plan en esta ciudad llena de historia y en donde los avances urbanísticos no se detienen. Tome el metro y con una buena guía de viajes en la mano procure barrer la ciudad dentro de sus posibilidades de tiempo para visitar los clásicos como la Catedral de Notre Dame, los puentes de la ciudad, la Torre Eiffel, el Palacio Nacional de los Inválidos, el Gran Palacio y el Pequeño Palacio, la fachada del Museo de Louvre, los muelles de la isla San Luis.
Un paseo por los Campos Elíseos servirá para admirar lo más tradicional de su arquitectura y de paso dejarse tentar por las compras.
Monumentos y lugares históricos verá por doquier. Pero la Ciudad Luz es más que eso. Esta es una breve guía de los que no se puede perder en esta temporada de mitad de año.
Deleite para los ojos
Retrospectiva Louis Vuitton y Marc Jacobs
En el Museo de Artes Decorativas de París está la historia de estos dos personajes, su contribución al universo de la moda y su lugar en diferentes épocas. Es un análisis de dos personas unidas por su devoción e innegable talento en el mundo de la moda. Accesorios, baúles, ropa y todo tipo de creaciones son mostrados como piezas únicas, diseñadas bajo la visión de quienes llevan el arte a cada milímetro de sus diseños.
Hasta el 16 de septiembre de este año.
Entrada: 8 euros.
Museo de Orsay, Degas y el desnudo
Es la primera gran exposición monográfica dedicada a Edgar Degas (1834-1917) en París desde 1988. Es una exploración de su técnica del desnudo, consta de pinturas, esculturas, dibujos y pasteles que atestiguan su maestría técnica y expresiva. Algunas obras son de las colecciones del Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, el Museo de Finas Artes de Boston y el Instituto de Arte de Chicago. Apreciará avances en el conocimiento de los grandes maestros de la segunda mitad del siglo XIX.
Hasta el 1º de julio.
Entrada: 9 euros.
Puerta de Versalles, Tutankamón, su tumba y sus tesoros
Toda una aventura arqueológica: la exposición descubre los tesoros de la tumba del rey del antiguo Egipto, y una reproducción de la tumba, que en la actualidad está en el Valle de los Reyes (Egipto). Esta fue descubierta por el arqueólogo Howard Carter en noviembre de 1922. Está compuesta por tres cámaras funerarias. El entierro del faraón se reproduce aquí con rigor científico con algunos objetos que formaron su tesoro.
En julio y agosto: abierto todos los días
Entrada: 15,9 euros.
Ciudad de la Música
Exposición en torno al cantautor Bob Dylan, sin duda uno de los músicos más emblemáticos de la segunda mitad del siglo XX. La muestra recorre los aspectos más destacados de su carrera, entre los años 1961 y 1966, los más decisivos de su enfoque artístico y revolución musical. Concebida por el Grammy Museum de Los Ángeles, la explosión rock cuenta a través de fotografías inéditas, objetos y documentos singulares, así como de archivos audiovisuales, la increíble historia de superación personal que marcó un cambio en la sociedad.
Hasta el 15 de julio.
Entrada: 8 euros.
Galerías nacionales del Gran Palacio, La belleza animal
Exposición en torno a los animales y las relaciones que estos mantienen con los artistas. Las 160 obras expuestas, desde el Renacimiento hasta la actualidad, representan únicamente a animales, no existe ninguna presencia humana. De Durero a Leonardo da Vinci, pasando por Delacroix, Chagall, Rembrandt, Van Gogh o Andy Warhol, todas las obras retratan animales. Pinturas, esculturas, dibujos o fotografías procedentes de colecciones públicas y privadas de todo el mundo.
Hasta el 16 de julio.
Entrada: 12 euros.
Descansar como dioses
Hotel Castille
Es una muy buena alternativa por su maravillosa ubicación, a espaldas del Ritz, a tres cuadras de la Ópera y de la iglesia de la Madeleine. Es vecino de la que fuera la casa y el primer taller de la diseñadora Coco Chanel. Basta ese dato para que se imagine lo que es salir a caminar a su alrededor: lujo, diseño, buen vivir. Su restaurante L'Asaggio, una buena alternativa de comida italiana, un sitio acogedor y con muy buen servicio.
Recientemente remodelado. Es lujo y placer.
Tarifa promedio 650 euros, la noche.
Hotel Lutetia
Ubicado en Saint Germain des Prés, ese barrio encantador con cafés, buenos restaurantes y cines, por donde se pasearon los grandes pensadores del siglo pasado. Allí encuentra boutiques de moda, y está cerca al Jardín del Luxemburgo y el Museo de Orsay, y frente a la tienda por departamentos Le Bon Marché. Es de gran tamaño, en una construcción de arquitectura Belle Epoque, tesoro arquitectónico e histórico de la ciudad, primer hotel de estilo Art Déco de París tras su creación en 1910. Llama la atención el gran tamaño de sus habitaciones (algo poco frecuente en Europa). Buena oferta gastronómica, aunque tiene mucha competencia en la zona.
Tarifa promedio 250 euros noche.

Aerolíneas de bajo costo ofrecen pasajes casi a precio de bus




En Colombia ya hay tres aerolíneas de bajo costo y ahora despega Viva Colombia.

Este viernes, en un trayecto entre el aeropuerto José María Córdova, en Rionegro (Antioquia) y Bogotá, se realiza el primer vuelo comercial de la aerolínea Viva Colombia, que con su modelo de bajo costo ofrecerá trayectos desde 54.000 pesos (con impuestos incluidos).  
Los primeros tres aviones Airbus A-320 de esta empresa (al final del 2012 serán cinco), cada uno con capacidad para 180 personas, cubrirán cinco rutas, de las 32 que ya le fueron autorizadas por la Aeronáutica Civil, a partir del primero de junio.
De esta manera, en el país se extiende esta tendencia de viaje que, según los Servicios de Inteligencia de Negocios de Iata (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), utiliza el 20 por ciento de los cerca de 2.800 millones de pasajeros que vuelan en el mundo cada año (estudio realizado por SRS Analyzer).
A Colombia llegó esta ola a finales del 2007, con EasyFly, que cubre rutas a destinos como Yopal y Cúcuta. Luego vinieron las estadounidenses Spirit Airlines y JetBlue, que vuelan a Florida (Estados Unidos). Estas líneas aéreas se caracterizan por ofrecer tarifas bajas, a cambio de eliminar servicios que los pasajeros reciben en las aerolíneas tradicionales, como enviar maletas en la bodega del avión, tomar un refrigerio durante el vuelo y, a veces, incluso tener una silla asignada en la aeronave.
De hecho, buscan que sus clientes paguen por disfrutarlos.  ¿Cómo lo logran? Con el fin de vender pasajes a precios que, según Fred Jacobsen, presidente de Viva Colombia, pueden ser entre 30 y 40 por ciento más baratos que los de sus competidores, se implementa un modelo de negocios que permanentemente busca ahorros.

Según Juan Emilio Posada, presidente de la junta directiva de esta compañía, el principal gasto de una aerolínea lo representa el combustible (entre el 30 y el 40 por ciento); y el resto se distribuye entre el mantenimiento de los aviones, la mano de obra y los costos de los aeropuertos. 
En el caso de Viva Colombia, el negocio consiste en la simplicidad. Primero, en tener una flota unificada (Airbus A320), lo que facilita el entrenamiento de pilotos y el mantenimiento del avión. 
También, en eliminar gastos en los que se incurre al tener productos como salas VIP; en aprovechar al máximo la capacidad de cada aeronave y en cobrar por servicios adicionales que, de acuerdo con Jacobsen, representan entre el 10 y el 20 por ciento de los ingresos de la empresa.
Igualmente, se incentiva la flexibilidad de los empleados. "Me van a ver en la rampa cargando maletas, ayudando a bordo y en los mostradores. Los pilotos apoyarán en algunas labores, lo mismo que los auxiliares de vuelo.Entre menos personal haya por avión, tendremos tarifas más bajas", dice. 
Lo que los colombianos pueden esperar es un servicio básico, en el que la puntualidad será clave para ahorrar costos. "Lo que el pasajero necesita es seguridad y bajo costo. Todo lo demás es suntuario", agrega. 
De acuerdo con Jacobsen, volar ha sido sinónimo de algo elitista. "Las aerolíneas de bajo costo buscan masificar el transporte aéreo",afirma, y añade que para vuelos de no más de cuatro horas esta fórmula es ideal.
"Hace 30 años menos del 10 por ciento de las aerolíneas eran de bajo costo. Hoy, entre un 30 y 40 por ciento lo son", afirma. 
A pesar de la buena acogida entre los turistas, no ha sido fácil lograr que líneas aéreas tradicionales implementen este modelo de negocio.
En el caso de Iberia, en los últimos meses hubo resistencia de los empleados para poner a volar Iberia Express, ya que veían en la nueva aerolínea una amenaza, pues alegaban que causaría recortes y pérdidas en puestos de trabajo.

La idea también atrae a compañías como la alemana Lufthansa, que dentro de su grupo ya cuenta con la German Wings, una línea de bajo costo, y que además está interesada en poner en marcha otra más que cubra rutas cortas en Europa. 

Bojonawi, un plan para hacer turismo y preservar la biodiversidad



















Esta reserva forestal es una iniciativa verde que busca reforestar una parte del Vichada.

Los aullidos de los monos en las mañanas, el nado de los delfines en el río Orinoco a pocos metros y la experiencia de sembrar árboles de más de diez especies son algunas de las cosas que lo maravillarán de un lugar como la Reserva Forestal Bojonawi, en el Vichada.
Este lugar de la Orinoquia es especial porque se conecta con la Amazonia, lo que lo convierte en un corredor de biodiversidad único.
A pesar de que su infraestructura no está adecuada para una estadía de varios días, los turistas podrán tener visitas guiadas durante varias horas y disfrutar de un almuerzo típico.
La reserva está situada a 10 kilómetros de Puerto Carreño a través del río Orinoco, y por tierra es posible llegar en verano (enero-marzo) utilizando la carretera que conduce a Cazuarito y tomando la desviación hacia La Hormiga, aproximadamente a dos horas de la capital del Vichada.
En esta zona protegida por la Unesco se llevan a cabo actividades de reforestación que buscan reducir la huella de carbono, es decir, la totalidad de gases de efecto invernadero que es emitida por un individuo u organización. La primera fase de este proyecto surgió de la unión de la firma Biomax y la Fundación Admira la Vida, liderada por el piloto Gustavo Yacamán, con el fin de preservar los ecosistemas locales.
Bojonawi, uno de los sitios más interesantes del departamento, representa cuatro paisajes diferentes de la Orinoquia colombiana. En esta región se pueden apreciar bosques, sabanas, morichales y lugares de exuberancia vegetal como La Laguna, El Pañuelo, Caño Negro y la Reserva Agua Linda.
Además, hay nutrias, panteras, ocelotes, zorros, caimanes, babillas, tortugas, dantas y venados de cola blanca.
Iniciativas de preservación de sitios como Bojonawi son importantes para cuidar las especies en vía de extinción y mejorar el caudal del río Orinoco. También ayuda a las comunidades indígenas que habitan cerca y es una opción para conocer el país en la onda del turismo sostenible.

El parque High Line florece en Nueva York





Una línea férrea abandonada es un parque públicoque atrae a los turistas de la Gran Manzana.

Un sitio de Nueva York que los turistas están aprendiendo a descubrir es el parque High Line, en Manhattan.
Llama la atención que hay que subir escaleras o tomar un ascensor para llegar. Esto se debe a que está construido sobre una vía elevada del tren, que hasta hace cinco años estaba abandonada.
Ubicado en el suroccidente de Manhattan, este espacio público se ha convertido en un modelo de desarrollo urbano para otras ciudades. A lo largo de unos 1.500 metros (unas 25 cuadras), la mejor forma de disfrutar este lugar es caminando de extremo a extremo, junto a puestos de café, helados y comida variada.
High Line nació de la imaginación de los vecinos del ferrocarril que, cansados del mal aspecto de la carrilera abandonada, trabajaron por más de una década para rehabilitar la zona.
El parque High Line está a más de cinco metros sobre el nivel de la calle.
High Line fue creado por los vecinos del ferrocarril, que estaban cansados del mal aspecto de la carrilera abandonada.

Guanacaste, la joya turistica de una Costa Rica donde hay 'pura vida'




Un recorrido por una de las provincias más grandes y turísticas de este país centroamericano.

Pura vida. Por cualquier cosa, después de cualquier frase, como saludo, para despedirse, los 'ticos' -así es como a los costarricenses les gusta que los llamen- pronuncian siempre esas dos palabras.
Pura vida es la expresión más famosa de sus habitantes y también podría ser la descripción de Costa Rica. Un destino pequeño pero emocionante.
En solo 51 mil kilómetros cuadrados -la misma superficie del departamento de Guaviare-, hay sobreabundancia de verde, hay montañas, volcanes, lagos y ríos por todas partes, decenas de parques nacionales y reservas forestales, un montón de lugares para que los más aventureros se pongan a prueba con toda clase de deportes extremos, atardeceres de no creer, playas ideales para desconectarse.
Costa Rica también es especial porque al recorrer cualquiera de sus provincias se hace evidente, muy pronto, que la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente son de verdad importantes. Que no son letra muerta, parte de un discurso político. Cerca del 30 por ciento del territorio del país -sí, leyó bien- está protegido. Y eso se agradece. Y se disfruta mucho. Y es bonito.
Guanacaste, la joya turística
Costa Rica es un país aliado de la naturaleza. Es muy pequeño, pero está lleno de parques nacionales y marinos, de reservas silvestres y forestales, de refugios y humedales intocables. Y alberga cerca del 5 por ciento de la biodiversidad del planeta.
La superficie de Costa Rica representa solo el 0,03 por ciento de toda la tierra, y entre frontera y frontera la atraviesan 500 kilómetros. Nada más. Lo que impresiona es que con esas cifras, que lo ponen casi siempre al final de la lista, sea uno de los países pioneros en ecoturismo y uno de los que más áreas protegidas tiene en el mundo. Son 64, y suman casi el 30 por ciento de su territorio. De eso viven muy orgullosos los 'ticos'. Se les nota. Se les sale por los poros.

LA CASA QUE CONSTRUYERON BOCA ABAJO EN AUSTRIA






El trabajo se demoró ocho meses y los objetos dentro del lugar parecen desafiar la gravedad.

No es error de impresión: una  atracción turística en Austria obliga a darle otra ojeada a esta casa. Una casa que parece haber caído del cielo para estrellarse en el suelo. 
Esa es la ilusión creada por los arquitectos polacos Irek Glowacki y Marek Rozanski, en Terfens, a 24 kilómetros de Innsbruck, en el occidente de Austria.  Este proyecto fue ideado como una atracción turística en la región, y fue abierto al público recientemente.
El trabajo tomó ocho meses, en los que los arquitectos tuvieron en cuenta detalles como un carro parqueado en el garaje y un baño con toallas que parecen desafiar la gravedad. Incluso, en el cuarto de los niños los juguetes están desordenados por el 'piso'.